En la publicación de hoy, analizamos un elemento poco estudiado en algunas logias pero que es crucial para la formación masónica: Las herramientas del Maestro Masón. En esta oportunidad, estudiamos al Ritual de Emulación, al Ritual del Antiguo Gremio y al Ritual para los Grados Simbólicos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado como referencia.
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AVISO: Esta publicación está escrita por masones. Pero en este artículo no encontrarás palabras sagradas, tocamientos ni formas de reconocimiento alguno entre los masones. Puedes compartir con total tranquilidad. Al final de esta publicación, encontrarás enlaces a publicaciones relacionadas con la masonería y mucho más.
A lo largo de nuestras publicaciones anteriores relacionadas con las herramientas masónicas: Las Herramientas del Aprendiz Masón y Las herramientas del Compañero Masón; nuestros seguidores han insistido en brindar relevancia al tercer grado como elemento concluyente de la formación al sistema masónico simbólico. En este sentido, hemos considerado un acto de justicia crear un artículo para el Grado de Maestro Masón.
Las herramientas del maestro masón en los rituales anglosajones
En el sistema de Emulación las herramientas del tercer grado son: el Carrete de Línea, el Lápiz y el Compás, estas son las herramientas del Maestro, arquitecto, o diseñador del edificio. Se refieren a las habilidades de intelecto, concepción y ejecución, sin las que no habría un plano para aplicar las habilidades promulgadas en los grados anteriores.
Para el caso de los rituales americanos, esta disposición de herramientas no es usual en el grado de Maestro Masón, pues sólo considera como tal a la trulla o cuchara de albañil.
Para entender el uso de las herramientas del Maestro Masón; es crucial conocer que en el mundo del Masón Operativo, este sabía cómo escuadrar una piedra, cómo levantar una columna y cómo crear un nivel; pero la decisión del sitio, la altura y las proporciones del edificio estaban en manos del arquitecto o Maestro.
Moralmente, las Herramientas de Trabajo del Tercer Grado amplían los principios de los dos primeros Grados. Pero ahora, hablan de nuestra relación última con Dios, y de cómo nuestro comportamiento debe predicarse siempre con la eternidad a la vista. Durante la ceremonia, se nos muestra también al Volumen de la Ley Sagrada, y por implicación, todo lo que este nos enseña.
El Carrete de Línea (Skirret)
A primera vista, el Carrete de Línea puede parecer una herramienta que tiene poca relación con la masonería. Su uso podría resultar confuso y ambiguo. El carrete de línea o Skirret, es un implemento que parte de una estaca, a partir de la cual, se traza una línea para marcar el terreno para los cimientos de la estructura.
El Carrete de línea es representativo de una línea recta de inquebrantable conducta trazada por Dios para la búsqueda del «buen camino» trazado por Dios en el Libro de la Ley Sagrada. Incluso el origen de la palabra «Skirret» está envuelto en misterio; el texto masónico más antiguo conocido que menciona esta herramienta por su nombre, está datado en 1825.
Incluso se ha sugerido que, como nombre de una herramienta, la palabra es una invención masónica. Sin embargo, como sabemos, nuestros antepasados operativos ciertamente usaron un sistema similar al Skirret en la tarea de colocar los cimientos de los edificios.
El uso del Skirret en la masonería operativa
¿Es solo un soporte para un trozo de cuerda que usaba para marcar una línea recta? De hecho, la clave para entender su modo de acción radica en la frase «pasador central».
Cuando se ponían los cimientos de un edificio como una iglesia o una catedral, era fundamental conseguir la proporciones correctas para asegurar que los ángulos fueran rectos; no es una tarea fácil a nivel del suelo.
Fue aquí que un cordón y un pasador central se volvieron tan esenciales. En primer lugar, se dibujaba una línea para marcar el eje del edificio que a menudo corre desde el este y al oeste en el caso de las estructuras eclesiásticas -y masónicas-. Luego, el pasador se insertaba en el suelo en un punto de esta línea. Y, usando el pasador y la cuerda como un gigantesco par de compases, se marcaba un círculo de tamaño apropiado.
Luego, el pasador central se insertaría en uno de los dos puntos donde el círculo cruzó la línea original. y se marcaría un segundo círculo. Esto resultaba en dos círculos superpuestos e intersectados con la circunferencia de cada uno pasando por el centro del otro.
Una línea trazada a través de los dos puntos donde los círculos se cruzan estaría exactamente en ángulos rectos al primero. Si el proceso continúa a lo largo de las líneas, eventualmente el sitio se dividirá con precisión en cuadrados, oblongos y otras formas geométricas según planos o diseños del Arquitecto.
Es fácil ver cómo la Abadía de Glastonbury -ahora en ruinas- se habrían establecido por el uso de este sistema geométrico. Y dado su lugar en la arquitectura sacra, no es de extrañar que la imagen de dos círculos que se cruzan se convirtieron en un símbolo sagrado.
Compás como herramienta del Maestro Masón
El sistema de tres herramientas del maestro masón que usan en Inglaterra es totalmente ajeno al masón estadounidense. Aunque el Compás tiene un significado especial para el Maestro Masón, el ritual de Emulación atribuye y refuerza el uso de esta valiosa herramienta como se le enseña al aprendiz en los Estados Unidos. En emulación se establece que:
«los compases nos recuerdan la justicia infalible e imparcial de Dios, quien, habiendo definido para nuestra instrucción los límites del bien y del mal, recompensará o castigará según hayamos obedecido o desatendió sus mandatos divinos».
Ritual de Emulación
El significado intrínseco y simbólico de los compases se reitera aquí, con un énfasis especial en la idea de la justicia. Ya que, si no logramos dominar nuestras pasiones, seremos juzgados por incluso si escapamos del castigo terrenal.
El Lápiz como herramienta del maestro masón
La tercera herramienta de trabajo del Tercer Grado en el Ritual de Emulación es el Lápiz. Para muchos de nosotros, el lápiz fue la primera escritura implemento que tomamos en nuestras manos. Después de jugar con pinturas de dedos y crayones, nuestra primera aritmética y las lecciones de escritura se hacían con un lápiz.
«Nos enseña que todas nuestras palabras y acciones no sólo sean observadas sino registradas por el Altísimo; a quien debemos dar cuenta de nuestra conducta a lo largo de la vida.»
Ritual de Emulación
El lápiz nos recuerda que nuestras acciones no sólo tienen consecuencias en la tierra sino también que el creador lleva un registro de nuestra conducta por el cual finalmente seremos juzgados. Si miramos al Lápiz más literalmente, es una herramienta de planificación.
Se pueden usar compases y lápices para dibujar el plano de la obra. Y luego, con ayuda del Carrete, el Maestro Masón prepara el terreno para los cimientos. Antes de que el primer Compañero escuadre la primera piedra, incluso antes de que el Aprendiz descienda a la cantera con regla, mazo y cincel en mano. Como Maestros, ahora somos supervisores del trabajo; somos Maestros no solo del Oficio, sino también de Nosotros mismos.
De la misma manera, se espera que los Maestros puedan supervisar el trabajo de construcción del Templo. en sus propias almas. Ya no es suficiente desbastar la piedra, o probarnos a nosotros mismos por las escuadras como al compañero masón; ahora, como Maestros, debemos planificar y contemplar activamente el edificio, usando Lápiz, Compás y Carrete.
La cuchara de albañil en la masonería
Este es uno de los elementos simbólicos más representativos de la masonería, principalmente en los Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica. Es un instrumento que históricamente se ha relacionado como la herramienta del Maestro Masón. Es de llamar la atención que la trulla o la cuchara de albañil no es considerada como una de las tres herramientas del maestro masón en el Ritual de Emulación pero sí lo es en el Sistema Americano o Preston-Webb y en los rituales latinoamericanos.
La cuchara de albañil es un instrumento que utilizan los masones operativos para esparcir el cemento que une un edificio en una masa común; pero a nosotros, como Masones Libres y Aceptados, se nos enseña a hacer uso de él para el propósito más noble y glorioso de esparcir el cemento del amor y afecto fraternal.
Ese cemento que nos une en una banda sagrada, o sociedad de amigos y hermanos, entre los cuales no debe existir nunca ninguna contienda.
Las herramientas masónicas en los rituales latinoamericanos
Aunque la mayoría de los rituales usados en América latina tienen un origen fincado en los sistemas del Antiguo Gremio y en los rituales del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para los grados simbólicos; es una realidad que la masonería en estos países ha seguido un camino evolutivo propio.
El tema de las herramientas del Maestro Masón en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado no es una excepción a esto; pues se menciona de manera elemental que el Maestro Masón conoce todas las herramientas y su funcionamiento. Esto, sin profundizar más allá de la sugerencia al hermano en cuestión de que debería buscar por su cuenta el significado de dichas palabras.
El uso de las herramientas masónicas
Las Herramientas masónicas, tal como se presentan, no sólo se representan en forma didáctica y con contenidos simbólicos por grados en la Logia. No nos olvidemos de que la Escuadra y el Compás están siempre presentes, junto al Volumen de la Ley Sagrada en el sitial del Venerable Maestro o en El Ara.
Las Joyas del Venerable Maestro y de los Vigilantes, la Escuadra, el Nivel y la Plomada; son herramientas de trabajo del Segundo Grado, pero a la vez, están siempre visibles para cualquiera de los tres grados. Pues actúan como recordatorio de que en épocas anteriores sólo había dos Grados en la Masonería.
En nuestras Logias, emulamos la construcción del templo del Templo del Rey Salomón de forma simbólica; pero el verdadero propósito es la construcción simbólica de un Templo «virtual» dentro de nosotros mismos y personificándolo en nuestra vida diaria. Las Herramientas de Trabajo en los tres Grados son parte constitutiva de ese propósito, y son marcadores esenciales en nuestro viaje masónico.
Consideraciones Finales
Las habilidades prácticas ilustradas por las Herramientas de Trabajo en los tres Grados Simbólicos de la Masonería; se armonizan para hacer posible la construcción del edificio, pues aunque es la habilidad del arquitecto la que da concepción a la estructura. No se puede levantar sin las habilidades operativas del «escuadrador de piedra» y del «levantador de columnas».
Juntos, forman un todo; y junto a las lecciones simbólicas que aprendemos de las herramientas de trabajo, estas cobran sentido como una estructura moral para nuestras vidas.
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Hola H.’.
sus articulos han sido de mucha utilidad, y no he encontrado nada del orador, del guardatemplo interior ni de los dos terrible o expetos.
tedran algo al respecto?
es cuanto
Hola Gerardo, estamos trabajando en artículos para cada oficial, espéralos pronto!
La simbología y lo que representan son muy importantes como herramientas de trabajo.
Gracias por el tema de tan interesante lectura.