Excelencia, compañerismo y crecimiento, eso es lo que espera a un Maestro masón que decide dar el paso a los conocimientos que encierra el Real Arco. Hoy en ‘El Blog del Masón’ creamos este artículo llamado «Carta a un Masón del Real Arco» con el objetivo de precisar algunas particularidades que tiene la masonería capitular para los miembros de nuestro arte real.
Esperamos que estas líneas sirvan para provocar en los miembros de este cuerpo masónico un sentimiento de familiaridad y de pertenencia. Y, a los hermanos masones que aún no deciden tomar este camino, les sirva para atreverse a explorar una masonería que en nuestro parecer, es elemental para conocer nuestra organización a fondo.
No olvides visitar nuestra tienda de paramentos arreos: The Different Society – Masonic Regalia.
AVISO: Esta publicación está escrita por masones. Pero en este artículo no encontrarás palabras sagradas, tocamientos ni formas de reconocimiento alguno entre los masones. Puedes compartir con total tranquilidad. Al final de esta publicación, encontrarás enlaces a publicaciones relacionadas con la masonería y mucho más.
Este es un artículo que pertenece a la serie «Cartas a». Puedes consultar el resto de cartas en este enlace.
Bienvenido Masón del Real Arco
Entonces, llegamos al momento «cumbre» de la masonería simbólica, el tercer grado. Es en este momento que nos planteamos las posibilidades para continuar evolucionando dentro de la francmasonería; y es que, desde que comenzamos nuestra carrera dentro de la institución, nos enfrentamos a que existen niveles, «rangos» y caminos distintos para seguir. Sin embargo, no es hasta este punto en que nos decidimos por buscar mayor luz o instrucción dentro del llamado arte real.
En nuestros momentos de reflexión y producto de las seguras invitaciones que nos llegan para integrarnos a un rito masónico u otro, descubrimos a la masonería del Real Arco. Una masonería que hasta este momento hemos escuchado pero que escapa a nuestra visión tradicional de tres grados simbólicos.
Lo cierto es que, una vez que comienza este sendero de evolución masónica, descubrimos que la historia de los tres primeros grados, tiene un asunto pendiente. Quienes poseen el tercer grado lo entenderán a la perfección. Así, cuando llegamos a la masonería capitular, encontramos respuesta a muchas de las interrogantes que hasta ahora, no habían resuelto nuestros grados prescedentes.
Ahora, una vez dentro de este hermoso cúmulo de grados, descubrimos un nuevo mundo, uno lleno de posibilidades que, por supuesto, nos conducen a una realidad: No lo sabemos todo. Para quienes tienen el gusto y el honor de pertenecer ya al Real Arco -en cualquiera de sus modalidades- sabrán de primera mano, que esta masonería, es única.
Hermandad y Compañerismo
La hermandad es un aspecto que se inculca desde que comenzamos por este camino formativo e iniciático. La masonería es una institución que, dentro de sus múltiples aristas, tiene un diferenciador respecto de otras agrupaciones, este aspecto es la fraternidad. Así, desde que somos aprendices, en nuestras logias se nos inculca la preminencia que tiene la fraternidad dentro de nuestros espacios.
Ahora bien, esta dinámica de fraternidad se traslada también al lenguaje. En nuestras logias el tratamiento que damos a los miembros es de «hermanos». Y cuidado, no se trata sólo de un título de cortesía que se utiliza para distinguir a quien pertenece y a quien no. En la masonería el significado de considerar a tu semejante como tu hermano, es uno muy singular. En este sentido, quienes son tus hermanos masones tienen -o deberían tener- el mismo nivel de intimidad y familiaridad que se tendría con un hermano «carnal».
Un «Companion»
Para el caso de un Masón del Real Arco, encontramos un aspecto particular. Y es que, además del tratamiento cotidiano y familiar que se recibe en las logias simbólicas, en los capítulos de masones del Real Arco, la situación es aún más enriquecedora. El tratamiento entre los miembros de este cuerpo es de «Compañeros».
Y cuidado, no se trata del término «Compañero» que se adopta en el segundo grado de la masonería simbólica. Se trata de un término proveniente de la palabra «Companion» que etimológicamente se compone de «Com» -compartir- y «pan» -el pan- sumando la terminación «ion» en referencia al sujeto que porta la cualidad.
Este término fue utilizado durante la edad media para distinguir a los individuos que acudían juntos a los campos de batalla. Se trataba de individuos que habían compartido algo más que un nexo de hermandad o fraternidad. Se trataba de un término que te acercaba más a una realidad: Un Companion, era una persona que, en el campo de batalla lucharía y quizá moriría junto a ti, alguien en quien se podía confiar la vida.
Este término y otros tantos, han sido adoptados por la masonería capitular tanto en el Rito York como en el Real Arco practicado en buena parte de Europa. En algunos casos, como en América Latina, se ha acostumbrado agregar la palabra «Excelente» previo a la palabra Compañero, siendo entonces el tratamiento «Excelente Compañero» seguido del nombre de la persona. Finalmente, la importancia de distinguir el uso de este tipo de palabras no sólo sirve como un diferenciador plano. Por el contrario, los masones que pertenecemos al Real Arco, reconocemos en nuestros compañeros, a personas mucho más cercanas que un hermano nada más.
La importancia de la masonería capitular
Cuando redactamos el artículo sobre el Real Arco hace algunos años, reconocíamos la relevancia que tiene este bloque de grados dentro del sistema conocido como «Rito York». Sin embargo, no se abordó con completa soltura el aspecto de la importancia de este grupo de grados. Y es que, como lo mencionábamos al inicio de este artículo, los masones que poseen únicamente el tercer grado, no conocen «toda la historia».
La leyenda del tercer grado de la masonería es una historia que nos traslada a un momento crítico de la dinámica masónica. Si bien es cierto, es bastante improbable que los datos revelados en esta y otras leyendas sean precisos, no deja de ser parte de una historia «en desarrollo» que venimos persiguiendo desde que somos aprendices.
En este sentido, la masonería del Real Arco, provee de un fragmento más de esa historia en desarrollo y que, en términos generales, sirve como una especie de «cierre» para quien se queda a la expectativa. Los masones con los grados capitulares, entonces, son portadores de una información tan íntima como valiosa; se trata de hermanos que, en su formación conocen y valoran a la francmasonería, desde un aspecto más bien espiritual.
Finalmente, la masonería del Real Arco, según la experiencia, nos ha demostrado que es una ventana de oportunidad para la comprensión de otros aspectos de la masonería en sus demás grados. En este sentido, es importante mencionar que quien pertenece al Real Arco, también está capacitado para pertenecer al Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a otras vertientes del propio Real Arco y a otros ritos poco relacionados.
La dinámica del Rito York
El Rito York es un sistema de grados masónicos que surge propiamente en los Estados Unidos, pero que recoge, en buena medida, una tradición iniciática proveniente principalmente del Reino Unido. En el Rito York, la masonería capitular tiene una importancia irremplazable, pues un masón que no pertenezca al Real Arco, no puede acceder a los otros cuerpos del Rito.
Los cuerpos que integran el Rito York, como lo hemos explicado anteriormente son: El Consejo o Concilio de Masones Crípticos y la Comandancia de Caballeros Templarios. Para poder ingresar a estos grados, es esencial ser un masón del Real Arco y, dependiendo de la jurisdicción que se trate, podría requerirse uno de los dos cuerpos como requisito para ingresar al otro.
El Rito York, entonces, se trata de un sistema masónico horizontal y no exactamente de continuidad, aunque es altamente recomendable seguir la secuencia lógica para comprenderlo en su totalidad. La secuencia recomendada es: Real Arco-Masonería Críptica-Masonería Templaria.
Recomendaciones para disfrutar del Real Arco
El Real Arco es una oportunidad para crecer. Sin lugar a dudas, quienes aspiran a convertirse en masones un poco más «completos» deberían pasar por el Real Arco. Existen muchas formas de disfrutar de este sistema, pero a continuación te enlistamos las más valiosas:
- Todos somos iguales: Aquí no hay grados «superiores». En el Capítulo, el grado es único y no se tiene preminencia respecto de quienes poseen otros grados. En este sentido, los compañeros con grados complementarios que acudan a la sesión en tal carácter, idealmente sólo lo hacen en visitas programadas. Esto quiere decir que el trato para un hermano que en otro cuerpo es un oficial relevante, es simplemente de «Compañero».
- La camaradería es lo más importante: Aprende a disfrutar de un ambiente masónico especial. Los masones del Real Arco suelen ser hermanos con un alto sentido de la fraternidad. Disfrutar de las sesiones entendiendo que en un capítulo nos une un nexo más íntimo, es el secreto.
- Viajar y conocer: Para disfrutar de mejor manera el Real Arco, es recomendable conocer a hermanos de otras ciudades -no se suele usar el término «Orientes»-. Este tipo de dinámicas propician la creación de nexos mucho más profundos y duraderos; nos volvemos una gran familia masónica.
- Involucra a tu familia: En el Real Arco, especialmente en el Rito York, la importancia que tienen las familias es crucial. Se crean dinámicas en las que esposas e hijos pueden involucrarse para generar cohesión de grupo.
- Fortalece a la masonería simbólica: El objetivo del Real Arco y del Rito York en general, es fortalecer a la masonería simbólica. La masonería capitular no sirve si no se hace crecer al gremio; ser masón del Real Arco significa entender que no somos de grados «Superiores»; sino que pertenecemos a un grupo con grados complementarios.
¿Qué sigue después del Real Arco?
Una vez que se alcanzan los 4 grados que componen al Real Arco, la masonería, de cierto modo «abre sus puertas». El panorama para el masón que quiere aumentar sus conocimientos es bastante amplio. De hecho, muchos de los aspectos que componen otros sistemas masónicos tienen su origen justamente en el Real Arco.
En Ritos como el Escocés Antiguo y Aceptado, existen similares al Real Arco pero segmentadas en distintos momentos de sus 30 grados componentes. De hecho, uno de los grados es conocido como Maestro del Arco Real, que aunque no es igual, conserva algunos aspectos formativos e iniciáticos similares.
Además, existe la posibilidad, de ingresar a cuerpos masónicos que colocan como prerrequisito la pertenencia al Real Arco. Cuerpos como la masonería templaria, la masonería críptica, los grados aliados o incluso algunos grupos de investigación masónica son algunas de las opciones para el masón del Real Arco.
Finalmente, cualquiera que sea el camino que se desee seguir, es crucial comprender que la masonería capitular es crítica en la formación masónica. Y aunque no se trata de un paso obligado para quien posee el tercer grado o aún incluso para quien sólo tiene grados Escoceses; sí es elemental para comprender el conocimiento de nuestra organización.
Consideraciones finales
Si existe un espacio dentro de la masonería que concentre el conocimiento iniciático y espiritual en un ambiente de camaradería, es el Real Arco. Masones de todo el mundo han aprendido de las filas de la masonería capitular los aspectos más profundos del arte real. Se trata de un grupo de grados que concentran un legado histórico y cultural invaluable. Un conjunto de grados que, sin lugar a dudas, es recomendable estudiar, aprender y compartir.
Hemos llegado al fin de este artículo, les agradecemos por sus grandes muestras cariño y recordándoles que nos pueden seguir en nuestras redes sociales:
Además, te invitamos a formar parte de nuestra comunidad en el Grupo Oficial de Facebook de El Blog del Masón. Les agradecemos por todo su apoyo, este proyecto se realiza con mucho esfuerzo para que tengan contenido de calidad disponible en su idioma. Nos gustaría saber qué opinas de este y otros artículos en la sección de comentarios.
No olviden compartir el artículo en redes y con sus hermanos, nos ayudan mucho recomendándonos y siguiéndonos en nuestras redes sociales.
Saludos de parte del equipo de El Blog del Masón.